Los días 6, 7 y 8 de mayo, representantes del Poli participaron en el XIII Encuentro regional de semilleros de investigación, en el que registraron las iniciativas que se producen allí y que luego se transforman en proyectos que fueron retroalimentados y ajustados para continuar trabajando en ellos y así buscar espacios en los cuales mostrar sus resultados a nivel regional, nacional o internacional.

En el evento se presentaron dos semilleros. El primero trabaja alrededor de la inclusión social en educación formal y no formal, a cargo de la estudiante Ivonne Paola Muñoz Casteblanco y la graduada Katherine Rozo Cuadros. Este proyecto fue presentado bajo el título “Desarrollo del Test de memoria corporal”, coordinado por el docente Nicolás Arias Velandia, del Observatorio de Educación.

Este trabajo mostró el avance que vienen realizando los estudiantes, al crear una prueba que mide la capacidad de las personas para repetir movimientos con su cuerpo, una capacidad que se ha desarrollado en el campo de la danza y que parece estar relacionada con muchos aspectos del aprendizaje. Esto se desarrolló como una opción de evaluación de capacidades que se puede usar con diferentes tipos de personas, y concuerda con la idea del semillero, que busca explorar formas de educación formal y no formal en diversas poblaciones, en especial en aquellas que habitualmente han tenido más problemas de acceso a la educación que se imparte de manera convencional.

El segundo semillero, que explora las barreras organizacionales internas para el desarrollo de negocios inclusivos, estuvo a cargo de las estudiantes Diana Catalina Alemán Moreno y Laura María Ospina Vela. Se presentó bajo el título  “¿Cómo llevar los negocios inclusivos a escala?, una exploración de las barreras organizacionales internas para el desarrollo de negocios inclusivos en América Latina”, y fue coordinado por la profesora María Alejandra Pineda Escobar, de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables.

El trabajo de este semillero tiene como objetivo realizar un análisis teórico de las estructuras organizativas y prácticas de gestión tradicionales, y su relación con los ambientes de negocio en condición de pobreza y vulnerabilidad, a la par que realiza un análisis documental centrado en aspectos del funcionamiento organizacional, tales como la flexibilidad, la adaptación y la iteración organizacional.