Tres métodos para leer y entenderlo todo

¿Cuántas veces te has encontrado leyendo, pero pensando en otras cosas?, ¿o terminando una lectura de la que no lograste captar todo lo que necesitabas? ¿tal vez estancado en una misma página durante varios minutos? La mayoría hemos pasado por esto, sobre todo cuando tenemos la presión de leer para varias materias o para construir el marco teórico de un proyecto y sabemos que lograrlo no es tan sencillo como a veces parece. 

Es por esto que académicos y expertos en aprendizaje desarrollan libros y materiales cada año con nuevas técnicas para leer y fijar el nuevo conocimiento de forma efectiva en nuestra mente, depende de nosotros utilizar alguna de estas opciones y hacer de nuestra vida estudiantil una época práctica y agradable en el camino hacia el mundo profesional. 

• Dato: ¿sabías que, según el último informe de la Cámara Colombiana del Libro, en promedio un colombiano lee 2,7 libros al año? Si bien la cifra ha crecido, estamos todavía bastante lejos de los promedios de países latinoamericanos como Argentina o Chile con 5 libros al año. 

¿Utilizas algún método que te ayude a aprender rápidamente? Aquí van tres opciones que puedes aprovechar para sacar el máximo provecho de tus textos académicos y otras lecturas que realices para tu entretenimiento.  

1. Lectura selectiva 

Este es un método que te ayuda a prepararte para encontrar la información más importante de forma rápida. Con este tipo de lectura inicias una preparación en la que te puedes formar una idea general de lo que vas a encontrar en tus textos. 

En la lectura selectiva lo que debes hacer es evaluar o revisar algunos de estos elementos: 

• Información del autor y resumen de la contratapa del libro. 
• El prólogo o prefacio, para ver a manera rápida la valoración del libro y del autor. 
• El índice general, en el que podrás notar y ubicar rápidamente todos los temas expuestos, puede ser de mucha utilidad si necesitas aprender algo específico. 
• Si el primer capítulo expone una idea general del resto del libro, valdrá la pena agregarlo dentro de estos puntos a ojear. 
• Pasar rápidamente por la bibliografía será de ayuda si posteriormente requieres profundizar en algo puntual, pero también te dará una vista de las generalidades del libro al igual que el índice. 

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2. Práctica Espaciada 

Con esta técnica posiblemente necesitarás de un amplio espacio de tiempo porque estarías revisando tus textos en varias ocasiones. La idea es que puedas conectar las ideas y los conceptos que te sean propuestos en los libros para poder recordar con mayor facilidad posteriormente y no tener que recurrir a las notas o subrayados constantemente. 

Con la práctica espaciada el objetivo es leer y olvidar. Puede sonar extraño y poco efectivo, pero esta es una técnica con buena efectividad, allí lo que haces es ejercitar tu cerebro pues cuando olvidas algo, tu mente intentará recordarlo con más fuerza ¿alguna vez te ha pasado que no puedes recordar el nombre de una canción y cuando lo logras sientes alivio? Posiblemente después de esa experiencia no vuelves a olvidarla, así mismo puede funcionar con la lectura.

Según los expertos, al leer, permitirte olvidar y leer nuevamente en varias ocasiones, le das a tu cerebro un entrenamiento perfecto para que las próximas lecturas puedan ser recordadas mucho más fácilmente, y con el tiempo podrías almacenar y recordar la información más ágilmente en tu cerebro. Se aconseja que prepares sesiones de lectura y olvido a diario con horarios específicos. 

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3. Técnica de Feynman 

En honor al científico Richard Feynman, quien tenía toda una metodología para estudiar y realizar sus hallazgos, este método de aprendizaje puede ayudarte con textos complejos o muy técnicos para que puedas conectarlos y recordarlos. Aquí te lo explicamos paso a paso para que intentes practicarlo: 

• Escribe en tu cuaderno o libreta de apuntes el concepto sobre el que vas a leer a modo de título, como si fueras a escribir sobre el mismo. 
• Sintetiza lo que leíste en un párrafo con todo lo que captaste, no importa si es un tema nuevo para ti, la idea es que plasmes lo que pudiste retener y comprender. Escribe también lo que no entendiste bien, importante que todo lo hagas con tus propias palabras y no busques copiar del texto. 
• En este punto, harás una relectura buscando lo que no entendiste con claridad, puedes repetir escribiendo nuevamente lo que pudiste captar. 
• Busca reemplazar las palabras nuevas o complejas por unas más sencillas para ti, de modo que puedas hacer el lenguaje completamente sencillo. 

Recomendado: accede a la Biblioteca Virtual del Poli y descubre todos los recursos electrónicos que hemos puesto a tu disposición. 

Busca entre estos métodos el que más se adapte a tu estilo de estudio y a tus necesidades. Puedes repetirlos cuantas veces lo requieras, lo mejor de todo es que entre más los practiques, menos necesitarás repetirlos y lograrás fijar el conocimiento que más indispensable consideres para realizar tus trabajos posteriores.  

Recuerda que en la web puedes acceder a innumerables recursos para apoyar tu proceso de lectura: desde apps para mantener la concentración como Forest o lectura rápida como Sprintz, hasta playlists para ayudarte a crear el ambiente perfecto para leer.