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Consejos de lectura activa para universitarios

Por Osmar Peña para Poliverso, Julio 2, 2021

Es muy probable que te haya pasado que estás leyendo una guía o el capítulo del libro que ha mandado el profesor y de repente pasas algunas líneas, párrafos o páginas y te das cuenta de que no te acuerdas de lo que acabas de leer o de ninguna idea en concreto, ¿cierto?

Tranquilo que no se trata de que tengas ningún problema de retención de información, es solo un tema de lectura activa y de entender cómo poder obtener un extracto y las ideas centrales, independientemente del autor de cada libro: bienvenido al mundo de la lectura activa.

 

¿En qué consiste la lectura activa?

Esta forma de leer es de mayor observación, se trata de varios métodos que se pueden aplicar para desarrollar un entendimiento de las ideas principales por párrafos, cómo se hilan, y de los resultados (contenidos concretos) que puedes obtener, lo mismo pasaría con segmentos y capítulos enteros.

Dado que se trata de una lectura de mayor detenimiento y análisis, implica que dediques un poco más de tiempo, ya que tendrás que destacar las ideas principales o los ejemplos que resulten importantes.

Entonces lo ideal es que, con este método, logres captar lo que quiere decir el autor en cada párrafo y así puedas generar luego un resumen completo, una guía de estudio o un cuestionario.

 

La lectura activa es un método de captación de ideas principales de forma progresiva por párrafos, segmentos o capítulos.

 

¿Se debe hacer algo más aparte de leer?

Sí, el proceso de lectura activa involucra tres acciones principales:

1.- Reflexión o pensamiento crítico: al leer un párrafo debes detenerte a entender qué te quiso decir el autor, si está hablando de un proceso, dando un ejemplo, explicando un concepto, etc. Además, la reflexión crítica te permite hacer una correlación con otras ideas o nociones que ya manejes.

2.- Anotación o resaltado: una vez con las ideas comprendidas, pasarás a anotarlas o resaltarlas sobre la guía o el libro. Acá se valen los stickers, el subrayado sobre las frases o escribir en los márgenes, solo asegúrate de llevar un método que te sea claro a ti y que luego puedas repasar (más adelante en el texto detallamos mejor cómo realizar estos métodos).

3.- Realizar una conexión o unión entre las ideas: una vez tengas esas frases separadas procederás a hacer una guía escrita en un cuaderno o en la computadora, la idea es que lo hagas párrafo a párrafo y segmento a segmento. Con ello ya tendrás una comprensión más profunda y analizada sobre el contenido que luego te servirá para repasar.

 

Resaltado de párrafos: técnica de estudio

 

¿Hay que resaltar algo en todos los párrafos?

No necesariamente. Dentro del proceso de escritura, muchos autores usan párrafos de refuerzo para explicar mejor un concepto o una idea, por lo que dependiendo de cómo comprendas mejor lo que te intenta decir el autor, puedes decidir si destacar las ideas de un párrafo o de varios.

Cada autor escribe diferente, por lo que no es recomendable que te saltes párrafos. Lee muy bien cada uno y decide cuál tiene información valiosa para prestar más atención en esos puntos.

 

Quizá te interese descubrir también el método de estudio de memoria conceptual.

 

Beneficios de mantenerte alerta en la lectura

  1. Desarrollo crítico: cuando se te presenta una lectura y te encuentras a solas con el texto, puedes desarrollar una postura crítica al analizarlo.

No se trata solo de comprender, sino de evaluar lo que lees: ¿qué tal te parece?, ¿qué opinas de ello?, ¿estás de acuerdo o te opones a esa idea?, ¿por qué?, etc. De esta forma irás desarrollando una manera de confrontar la lectura contra tu pensamiento analítico y crear una opinión crítica.

  1. Comprensión de nuevos conceptos y palabras: un microproceso que sucede al estar frente a la lectura activa es el de cuestionar también las palabras que te encuentras.

De esta forma puede que te toque buscar sus conceptos y de allí obtendrás un crecimiento en el léxico que manejas.

  1. Mejoramiento de tu escritura: no todos los autores escriben igual, por lo que al entender de manera más detenida cómo cada persona realiza sus oraciones y plantea sus ideas, podrás tomar algunas de esas formas para mejorar tu manera de escribir.

Puedes entender cómo explicar ciertos conceptos difíciles, ver distintas maneras de dar ejemplos o realizar comparaciones, entender incluso formas de citar a otros autores u otros estudios.

 

Fases de la lectura activa

 

Tres procesos de lectura activa

 

1.- Tener un sistema de anotaciones relevantes sobre el texto: dependiendo de, si el libro es de la biblioteca, es tuyo o si planeas venderlo después, puedes usar un sistema de anotación que no deje marcas, como stickers en forma de flechas.

Este sistema puede funcionar más para textos generales, autores que se extiendan ampliamente en un tema o libros de carácter literario.

Incluso puedes tener colores que indiquen si es de un tema o de otro, o si se trata de ejemplos o de conceptos. El sistema lo organizas como te vaya mejor. Lo ideal es que puedas encontrar rápidamente una información clave para repasar o construir tu cuestionario.

 

2.- Realizar apuntes sobre el texto y notas al margen: esta opción te permite tener una recopilación inmediata sobre distintas frases e ideas por párrafo. Acá se trata más de guías o capítulos de libros que traten de un tema específico en el que te interesa profundizar.

La idea es que mantengas un sistema de subrayado o notas (lápiz, resaltador, marcadores finos) que te ayuden a entender mejor los párrafos.

Una manera de escribir tus notas, y que se suele manejar, es identificar los párrafos: idea de refuerzo al concepto anterior, ejemplos del concepto X, concepto central, etc. (frases que te den una idea rápida de lo que es cada párrafo).

Esta opción es ideal para repasos y sesiones de estudio previas a un examen.

 

3.- Apuntar (por capítulo) el contenido en un cuaderno o el computador: este proceso se realiza al terminar la lectura de un capítulo de libro y te ayuda, por ejemplo, a construir una guía previa a una clase.

Se trata de que al leer vayas haciendo alguna seña o marca en los párrafos del libro, pero sin detenerte a hacer otra cosa. Una vez que finalices el capítulo es cuestión de que vayas al computador o al cuaderno y anotes lo que has comprendido en cada sección (por cada marca que has hecho).

Esta construcción te permite estar preparado para una clase en la que puedas hacer preguntas específicas sobre las partes donde te has perdido. Es ideal para las clases regulares, las sesiones de preguntas o las clases de repaso.

 

Si te cuesta mucho concentrarte al leer, puedes complementar este método de estudio con música de fondo que te motive. Para este fin hemos creado la playlist “Canciones para estudiar relajado” (disponible en nuestro canal de Spotify o en el enlace).

Publicado en: Poliverso

Tagged: Estudiantes, Estudiar, lectura activa, leer, retener información, informarte, resúmenes, métodos de estudio, tips de estudio, POLI

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