Cómo la comunicación social ha redefinido el liderazgo político en Colombia

En un país donde la política se libra tanto en las urnas como en las pantallas, Álvaro Uribe Vélez representa un fenómeno sin precedentes: un expresidente que ha logrado mantenerse vigente no solo por su historial político, sino por su habilidad para dominar las redes sociales como un influenciador digital.

Más allá del debate jurídico o ideológico, este artículo analiza cómo Uribe ha utilizado las herramientas de la comunicación social digital para construir una comunidad leal, moldear la opinión pública y resistir la erosión del tiempo mediático. Lo hace combinando una narrativa emocional, lenguaje directo y una comprensión precisa del comportamiento digital de los colombianos.

Comunicación directa: sin filtros, sin intermediarios

Uno de los elementos clave en la estrategia comunicacional de Uribe es la desintermediación. En otras palabras, ha optado por hablarle directamente a la ciudadanía, sin necesidad de que los medios tradicionales actúen como filtro.

Su red social predilecta, X (antes Twitter), se convirtió en una herramienta diaria donde publica reflexiones, denuncias, llamados políticos, opiniones sobre economía o seguridad, y hasta agradecimientos personales. Allí, su tono es cercano, casi coloquial, lo que le permite conservar una imagen de líder “humano” y accesible.

📱 Uribe no publica comunicados: lanza mensajes con carga emocional que apelan al ciudadano de a pie.

Este estilo le ha garantizado alcance orgánico, alto nivel de interacción y la creación de un entorno digital que amplifica sus mensajes. No necesita pagar publicidad: cada publicación se convierte en un microevento político, listo para ser compartido por miles.

La lógica del algoritmo: Uribe como estratega digital

El expresidente comprende una de las reglas de oro de la comunicación digital: el algoritmo premia la polémica y la emocionalidad. Y en eso, Uribe es un maestro.

Sus publicaciones, muchas veces cargadas de frases contundentes o controversiales, disparan debates que lo mantienen en el radar mediático. Esta visibilidad no solo le permite marcar la agenda, sino que pone a los medios a cubrir lo que él dice desde sus redes, convirtiéndolo en fuente de noticia por derecho propio.

Esta estrategia ha sido objeto de análisis académico en estudios de comunicación política digital, que la consideran un caso ejemplar de cómo un líder tradicional puede adaptarse al lenguaje digital sin perder su identidad ideológica. 

Un estudio publicado por la editorial Springer en la revista "Theory and Society" analizó cómo actores políticos colombianos, incluyendo a Álvaro Uribe, adaptaron estrategias tradicionales de propaganda al entorno digital, obteniendo mayor penetración y menor control.

Otro estudio sobre periodistas colombianos en Twitter reveló que, al mencionar a Uribe entre 2013 y 2015, el 81 % de los trinos reflejaban opiniones y no noticias neutrales, lo que evidencia que su presencia digital generó una dinámica de cobertura política cargada emocionalmente y vinculada a su símbolo ideológico vivo en redes.

• El análisis se realizó con los 100 periodistas colombianos más relevantes en Twitter, evaluando sus tuits desde septiembre hasta diciembre de 2013. El hallazgo fue claro: el 81,7 % de esos trinos expresaban opiniones políticas en lugar de noticias neutrales.
  • Además, el 73,8 % de los tuits mostraba una actitud negativa hacia Uribe, mientras solo un 25 % contenía hechos puros y un 12 % expresaba humor o sátira.

Además, investigaciones en comunicación digital destacan que líderes políticos como Uribe combinan una narrativa con fuerte carga emocional y apelaciones simbólicas (seguridad, orden, patria) que resuenan en sectores sociales clave, utilizando el algoritmo a su favor para maximizar visibilidad: una comunicación polarizante pero coherente con su imagen anterior en medios tradicionales, ahora potenciada por medios digitales.

Microsegmentación emocional: hablarle a su base

Uribe no le habla a todo el país por igual. Utiliza sus redes para reforzar la conexión con sus públicos más fieles: población rural, sectores conservadores, fuerzas militares retiradas, empresarios y clases populares que lo asocian con seguridad y orden.

• En sus trinos es común encontrar:
• Defensa de la familia como institución
• Críticas a la izquierda como amenaza a la propiedad privada
• Narrativas de “nos quieren callar” o “nos quieren quitar la patria”

Esto configura una microsegmentación emocional, donde cada mensaje tiene una carga simbólica que activa sentimientos de orgullo, indignación o pertenencia.

Influencer político o símbolo de polarización

Uribe es más que un político con redes: es un símbolo digital de la polarización colombiana. Sus publicaciones despiertan tanto lealtad como rechazo, lo que alimenta un ecosistema binario que es altamente viral.

Desde la comunicación social, esto se traduce en:

• Efecto cámara de eco: seguidores que solo interactúan entre sí, reforzando creencias.
• Efecto Zeigarnik: los temas quedan “abiertos” para que los seguidores actúen, comenten y compartan.
• Comunicación performativa: lo que dice Uribe no siempre busca diálogo, sino demostrar poder narrativo.

Aunque su imagen ha sufrido desgaste en algunos sectores, su presencia digital ha servido como mecanismo de supervivencia simbólica, que trasciende incluso al partido político que lideró.

Definiciones

La idea del “efecto cámara de eco”—o simplemente cámara de eco—proviene del campo de la teoría de la comunicación y la sociología de los medios, y describe cómo ciertos entornos informativos refuerzan creencias existentes sin espacio para perspectivas opuestas. 

El origen del efecto Zeigarnik se remonta a la década de 1920 y se inscribe en las primeras investigaciones de la psicología experimental, vinculadas a la corriente de la psicología de la Gestalt y a los trabajos de Kurt Lewin.

El término “comunicación performativa” o su equivalente en inglés “performative communication” tiene raíces filosóficas y lingüísticas muy profundas. Su uso en contextos comunicativos deriva directamente del concepto de “enunciado performativo” (performative utterance) acuñado por el filósofo del lenguaje John L. Austin.

Ejemplos en Colombia de comunicación performativa a nivel político

🔹 Rodolfo Hernández: del video viral al candidato disruptivo

El caso de Rodolfo Hernández es paradigmático. Durante las elecciones presidenciales de 2022, su campaña apostó a TikTok para transmitir una imagen espontánea y disruptiva. Sus videos mezclaban mensajes anticorrupción con humor irreverente, alcanzando gran viralidad y conectando con audiencias jóvenes que no eran alcanzables por medios tradicionales . Este estilo performativo —menos reflexión, más acción visual y emocional— marcó una tendencia en el uso político de redes sociales en Colombia.

🔹 Gustavo Petro y Francia Márquez en Instagram: símbolos visuales

Investigaciones sobre el uso de Instagram durante la campaña presidencial de 2022 evidencian que Petro y Márquez usaron el lenguaje visual de manera intencional para construir una narrativa simbólica potente, recurriendo a imágenes cuidadosamente diseñadas como manifestación de identidad política, en lugar de mensajes puramente informativos . La estética, los encuadres y la autenticidad visual se convirtieron en actos performativos de reafirmación de liderazgo.

🔹 Candidatos millennials en TikTok: coreografías, memes y discursos

Un estudio que incluyó análisis de 19 videos de TikTok de candidatos en las consultas interpartidistas de 2022 encontró que la mayoría de los contenidos combinaban videos musicales, coreografías, efectos especiales y narrativas emocionales con discursos políticos, fusionando entretenimiento y mensaje electoral dentro de un marco performativo digital . Este formato rompe con el discurso político tradicional y lo convierte en espectáculo simbólico.

🔹 Miguel Polo Polo: polémica como estrategia de visibilidad

Aunque más político que comunicador, el representante Miguel Polo Polo también hizo uso de la comunicación performativa en redes. Un acto en el Congreso donde tiró unas botas que representaban a víctimas de falsos positivos derivó en viralización inmediata, generando indignación y cobertura mediática. Este acto no solo fue performativo, sino simbólico: buscaba provocar, llamar la atención y consolidar una postura polémica y definida en su electorado digital .

¿Qué nos enseña el caso Uribe sobre comunicación social en el siglo XXI?

Uribe ha convertido su celular en una plaza pública donde se juega buena parte de la política nacional. Su caso es ejemplo de cómo la comunicación social digital redefine el liderazgo, donde el poder ya no depende solo de las instituciones, sino de la capacidad de conectar, narrar y emocionar.

Para los estudiantes de Comunicación Social, este fenómeno ofrece un campo fértil de análisis en temas como:

• Narrativas digitales y poder político
• Liderazgo carismático y redes sociales
• Construcción de identidad digital desde lo político
• Responsabilidad ética de los influenciadores políticos

Y para Colombia, representa un espejo: lo que somos, lo que creemos y cómo nos relacionamos con la verdad en tiempos de hiperinformación.