Párchese el Voluntariado

Estudiantes Poli se “parcharon” como voluntarios en el Domo de Villa Rosita

10 de Julio de 2025

El pasado 5 de junio, el Poli participó en “Párchese el Voluntariado”, una iniciativa pedagógica y política que busca resignificar el voluntariado universitario como un espacio de formación integral, gestión comunitaria y construcción de una ciudadanía crítica. Durante la jornada se contó con la participación de la líder comunitaria Sandra Sanabria, quien compartió su experiencia y visión sobre el impacto del trabajo colaborativo en los territorios.

Este evento, que se desarrolló en la Corporación Universitaria Minuto de Dios – CRAII, fue liderado por el “Colectivo de Encuentro y Construcción de Saberes en Educación Infantil”, una alianza de universidades (Uniminuto, Ucompensar, Iberoamericana, Gran Colombia, El Bosque y Unimonserrate) con programas en Educación Infantil y Básica Primaria que están comprometidas con la transformación educativa y social, entre ellas se encuentra: el Poli.   

Párchese el Voluntariado

La experiencia de voluntariado

Durante el semestre 2025-1, los estudiantes de los programas de Educación Infantil y Básica Primaria del Poli participaron en experiencias de voluntariado en el Domo de Villa Rosita, ubicado en Tihuaque, Usme.  

 

Esta experiencia les permitió a los estudiantes aprender a diseñar e implementar talleres pedagógicos contextualizados, centrados en el diálogo de saberes y la participación de los niñas, niños, jóvenes y familias del territorio

 

“En el Domo de Villa Rosita no solo acompañé a niñas y niños; me encontré conmigo mismo y con una forma distinta de hacer pedagogía, desde la escucha, el afecto y el compromiso con la comunidad”, declaró Salomón, estudiante Poli.

 

“Parchar” como esencia 

La esencia de esta actividad se encuentra en la posibilidad de que los estudiantes “parchen” con la vida comunitaria, aprendan desde el territorio y se reconozcan como educadores sensibles, críticos, comprometidos con la transformación social y conscientes de las desigualdades sociales, capaces de actuar como actores políticos y tejedores de vínculos desde la escucha, la empatía y la acción pedagógica.

 

El evento de cierre se dividió en dos momentos centrales: 

 

  1. Diálogo de saberes 

Se proyectó el video de recopilación de experiencias. Esta pieza audiovisual condensó vivencias, emociones, aprendizajes y momentos claves del proceso vivido en el Domo de Villa Rosita. 

Párchese el Voluntariado2

Después, se desarrolló “El café del mundo”, una actividad en la que los participantes se organizaron en cinco grupos de trabajo aleatorios, cada uno encargado de reflexionar en torno a una pregunta específica que convocaba a pensar desde distintas dimensiones:

 

  • El ser voluntario.

  • Las características del educador popular.

  • El impacto de los talleres en la comunidad.

  • El papel de la comunicación intercultural.

  • Los aprendizajes obtenidos durante la experiencia.

 

Cada grupo elaboró imágenes o símbolos representativos a partir de palabras clave, que luego fueron socializadas y debatidos. 

 

  1. Círculo de la Palabra: “Tejiendo la voz de la experiencia”

En este espacio se recreó simbólicamente la geografía de Usme; el centro del auditorio se ambientó con elementos representativos del territorio, como semillas, ramas, fotografías, objetos sonoros y plantas aromáticas, que evocaban la memoria del Domo Villa Rosita y la calidez, vitalidad, sensibilidad y empatía compartida durante la experiencia del voluntariado.

 

Los estudiantes compartieron sus experiencias al encontrarse con las niñas, niños y la comunidad, hablaron de su alegría, los vínculos que construyeron y el aprendizaje que emergió luego de habitar un territorio con respeto, sensibilidad y compromiso. 

 

Así mismo, reflexionaron sobre el valor del trabajo colectivo, la riqueza de los saberes comunitarios y expresaron sus nuevos deseos y compromisos: continuar construyendo desde lo colectivo, mantener un vínculo con el territorio y seguir apostado por una educación sensible, crítica y situada.

 

Finalmente, se realizó la entrega de certificaciones a quienes hicieron parte de este ejercicio transformador.

 

Este tipo de jornadas demuestra el compromiso del Poli por unirse a espacios para enseñar, interrogar y transformar, donde los estudiantes se convierten en sujetos activos para transformar la sociedad desde la educación y permitir que las comunidades, finalmente, sean escuchadas y visibilizadas.

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