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Responsabilidad afectiva: por qué es importante en el trabajo en equipo

Por Lizeth Alvarado, Febrero 3, 2022

Hoy en día mucho se habla sobre la responsabilidad afectiva y la inteligencia emocional, y no es para menos: de acuerdo con estudios realizados por el Instituto Internacional de Investigación de Stanford, el 75 % del éxito laboral al largo plazo depende de las habilidades interpersonales y solo el 25 % del conocimiento técnico.  

 

Por otro lado, fuera del ámbito laboral, los expertos han dicho durante años que la inteligencia emocional y la responsabilidad afectiva son claves para las relaciones duraderas y felices. De hecho, hoy en día cada vez más personas buscan que sus parejas, amigos y compañeros tengan buenas habilidades emocionales. En resumen: ser irresponsable afectivamente o no saber qué es la inteligencia emocional son características inaceptables en las relaciones, los espacios laborales y, por supuesto, en el ámbito académico. 

 

Por esa razón, el día de hoy queremos contarte exactamente qué es responsabilidad afectiva, buenas prácticas y cómo fortalecerla.  

 

¿Qué es responsabilidad afectiva? 

 

En pocas palabras, la responsabilidad afectiva es ser consciente del efecto de nuestras acciones sobre los otros sin pasar por encima de nuestro bienestar. La idea es saber que nuestros comportamientos tienen un impacto en las emociones de los demás, por eso es importante actuar desde la empatía. Sin embargo, tampoco se trata de hacernos responsables de los sentimientos de los demás; al contrario, debemos encontrar un equilibrio para que nuestras interacciones con los otros no resulten dañinas para nadie. 

 

Tips para desarrollar y fortalecer tu responsabilidad afectiva 

 

Si has identificado que algunos de tus comportamientos son irresponsables con los sentimientos de los otros, no te preocupes. Errar es de humanos y nunca es tarde para mejorar. Por eso, a continuación te hablamos de algunas estrategias que puedes poner en práctica en tus trabajos en equipo para que prime el respeto y la comodidad de todos los participantes: 

 

No olvides que tus acciones tienen consecuencias en los demás

 

1. Comunícate de forma asertiva 

 

Uno de los pilares de la responsabilidad afectiva y de la inteligencia emocional es la comunicación asertiva. Expresar de forma clara nuestros deseos e intenciones en una relación es la forma más efectiva de evitar malentendidos. De igual forma, es importante comunicar lo que nos molesta y lo que nos lastima para que la relación sea cómoda para todas las partes involucradas.  

 

Si no estás de acuerdo con el tema para el trabajo en equipo, comunícalo. Si no estás de acuerdo con la distribución del trabajo, dilo. Lo importante a la hora de comunicar asertivamente es ser honesto y claro. Recuerda que de esta forma podemos solucionar y prevenir los conflictos. 

 

2. Establece acuerdos y límites claros 

 

El objetivo de establecer acuerdos y límites es el respeto. Cuando declaramos qué cosas podemos hacer, qué cosas no nos gustan, cuáles comportamientos nos resultan incómodos y qué acciones consideramos irrespetuosas estamos estableciendo un marco común para actuar.  

 

Adicionalmente, es importante escuchar activamente y respetar los límites de los demás. Sé claro con la extensión de tus capacidades y no aceptes más trabajo del que sabes que puedes hacer.  Tampoco trates de exigirle a alguien más de lo que puede dar. Recuerda que se trata de un proyecto en grupo.  

 

De interés: ¿Qué es el burnout académico y cómo evitarlo? 

 

Comunicación asertiva

 

3. Recuerda que una relación de cualquier tipo involucra a dos personas 

 

Toda relación involucra a dos o más personas, y aunque parece una obviedad, es una premisa que nunca debemos olvidar. Gran parte de hacernos responsables de nuestras acciones en el ámbito afectivo se trata de renunciar al egoísmo y combatir el narcisismo. Nuestros sentimientos y nuestras expectativas no son lo único que importa en una relación.  

 

Escucha con respeto lo que los demás tengan por decir, considera las ideas de los otros y recuerda que los trabajos en equipo existen para nutrir nuestra perspectiva sobre el mundo y ampliar nuestros horizontes. 

 

4. Entiende que el conflicto es normal 

 

El conflicto es inevitable, hace parte de la naturaleza humana. Aunque se use como un sinónimo de problema, un conflicto no es necesariamente negativo o implica una pelea. No es nada más ni nada menos que el encuentro de los intereses de dos individuos. Dicho de otra forma: en donde haya dos personas, habrá conflicto.  

 

Por eso, más allá de verlo como un obstáculo, un conflicto puede ser una invitación para mejorar. Por ejemplo, si en una relación académica entre dos estudiantes se genera un conflicto porque uno de ellos no está de acuerdo en el desarrollo del trabajo, puede ser una gran oportunidad para considerar nuevas ideas y mejorar el proyecto.  

 

Un conflicto no significa que las cosas se echaron a perder; es una ventana para la transformación. 

 

Establece acuerdos y límites claros

 

5. No olvides que tus acciones tienen consecuencias en los demás 

 

Como ya mencionamos, ser responsable afectivamente implica recordar que lo que decimos o hacemos generará una reacción en alguien más. Si bien es imposible ser perfecto, no lastimar a nadie o controlar las reacciones de los otros, sí podemos actuar con honestidad, respeto y empatía. 

 

Antes de actuar de forma agresiva, recuerda que tus palabras tienen el poder de afectar al otro.  

 

6. Reconoce tus errores   

 

Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Aunque no podemos predecir o controlar las emociones que se generen a partir de nuestras acciones, sí podemos reconocer cuando nos equivocamos y pedir disculpas. No podemos evitar herir a las personas, pero si somos responsables afectivamente, nos haremos cargo de nuestros errores. 

 

Recomendado: si estás interesado en mejorar tus habilidades emocionales, nuestro recomendado de hoy es el libro Inteligencia emocional del psicólogo y periodista Daniel Goleman quien popularizó el término con su teoría al respecto. 

 

Ahora que sabes qué es responsabilidad afectiva y qué estrategias utilizar para mejorar tu relación con tus compañeros, esperamos que todos tus trabajos en equipo sean provechosos y exitosos. 

Publicado en: Poliverso

Tagged: trabajo en grupo, consejos, Vida Universitaria

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