Las dificultades éticas que trae ChatGPT

ChatGPT es una herramienta que permite realizar preguntas, tanto casuales y sin un objetivo más que divertir al usuario, como referentes a temas profesionales, como por ejemplo explicaciones sobre el uso de herramientas ofimáticas, correcciones de texto y hasta análisis de código en lenguaje digital. 

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Aunque esta IA solo está en capacidad de responder a las preguntas que el usuario en cuestión desea hacerle, eso no significa que esta pueda razonar. Los creadores de este chatbot han limitado su capacidad para que no se convierta en una herramienta para cometer actos que estarían prohibidos bajo las políticas de OpenAI. Dentro de estas políticas podemos encontrar que sus modelos no están optimizados para proveer información médica y se recomienda no usar sus respuestas para dar diagnósticos o tratamientos.

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Las dificultades éticas que puedan causar estos modelos de respuesta, en el sector educativo y social, se han evidenciado alrededor del mundo sobre lo que podríamos llamar “fraude” tanto en investigaciones como en trabajos escolares básicos y universitarios. 

Alrededor del mundo se han detectado estudiantes haciendo trampa por medio de esta IA, lo que tiene a profesores modificando sus lineamientos en lo relacionado a como se deben realizar los trabajos y que alcance pueden tener estas tecnologías dentro del día a día de sus estudiantes. Algunos como medida para evitar el uso de estas inteligencias artificiales, han recurrido a métodos mucho más tradicionales, como entregas escritas a mano, evaluaciones presenciales o actividades que no recurran a redacción o creación de artículos. 

Los beneficios de la IA en la vida cotidiana, como en el caso de los estudiantes, en los negocios o en el gobierno ha llevado a empresas como la reconocida IBM ha generar un marco ético llamado IA Etichs (La Etica de la Inteligencia Artificial), donde la “incorporación de principios éticos en las aplicaciones y procesos de la IA “permita” construir sistemas basados en la confianza”. 

Esos principios éticos están enmarcados así:

• El propósito de la IA es aumentar la inteligencia humana. 
• Los datos y las ideas pertenecen a su creador. 
• La tecnología debe ser transparente y explicable. 

La ética como principio ha llevado incluso a que el Vaticano firmara con IBM el acuerdo “El llamado de Roma por la ética en la IA” donde su intención es que todo desarrollo basado en esta tecnología se “regule y se base en los intereses y valores humanos”. 

La UNESCO a su vez hizo un llamado al uso de esta tecnología en beneficio de poder completar los estudios secundarios de millones de estudiantes, y fue por eso que, en noviembre de 2021, “los 193 estados miembros de la Conferencia General de la UNESCO, adoptaron la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial”. 

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Esta iniciativa ha destacado la adopción de todos los actores para promover el uso de la IA en los procesos de aprendizaje. Las siguientes son las recomendaciones hechas: 

• Incluir la ética en la enseñanza de la IA 
• Fomentar la responsabilidad social y la transparencia 
• Establecer normas y políticas éticas 
• Fomentar la participación y el diálogo. 

De Interés: Especialización en Ingeniería de Sistemas

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