Camino a una jubilación exitosa: un homenaje a quienes han dejado huella en el Poli
14 de Agosto de 2025
Con gratitud, alegría y un profundo sentido de comunidad, el pasado 22 y 23 de junio se llevó a cabo el taller “Camino hacia una Jubilación Exitosa”, dirigido a los Colaboradores Poli que se están preparando para iniciar una nueva etapa en sus vidas.
Este taller fue diseñado con un propósito muy especial: acompañarlos en su proceso de prejubilación, brindándoles herramientas prácticas, espacios de reflexión y aprendizajes significativos que les permitan afrontar el cambio con confianza, bienestar y propósito.
Durante la jornada, los Colaboradores Poli exploraron cómo esta etapa de la vida no representa un cierre, sino la posibilidad de redescubrirse, de reconectarse con sus pasiones y de elegir cómo desean vivir lo que sigue, con la sabiduría de lo recorrido y la libertad de lo que está por venir.
Así mismo, se llevaron a cabo actividades orientadas al fortalecimiento de la salud mental, el bienestar emocional y el emprendimiento, generando espacios de conexión, conversación y proyección para lo que viene.

Juan Carlos Rivera
Un cierre lleno de emociones y reconocimientos
El 23 de junio se vivió un cierre muy especial: una ceremonia emotiva en la que los Colaboradores Poli fueron sorprendidos con la presencia de sus familiares, quienes los han acompañado a lo largo de sus años de servicio en la institución.
Este acto fue una oportunidad para celebrar no solo su trayectoria profesional, sino también el legado que dejan en la Comunidad Poli. Con palabras llenas de gratitud y reconocimiento, Lucía Solano, Vicerrectora de Crecimiento, y Sara Araujo, Gerente de Talento Humano y Comunicaciones, recordaron que jubilarse no es detenerse: es el inicio de una nueva etapa, cargada de libertad, autoconocimiento y plenitud.
Durante la ceremonia, se hizo entrega de galardones especiales con mensajes que honraban la dedicación, el compromiso y el amor con los que transformaron la vida de muchos a lo largo de los años.
Uno de los momentos más emotivos fue escuchar a los propios colaboradores, quienes, con sonrisas y algunas lágrimas, compartieron lo que este proceso significó para ellos: recuerdos imborrables, aprendizajes que atesoran y una comunidad que siempre llevarán en el corazón.