Los primeros auxilios psicológicos es un tema que ha cogido más relevancia con el tiempo debido a cuestiones como la afectación de la salud mental en las personas y ha dejado de ser considerado un tabú ante la prevención del suicidio. Esta es una necesidad primordial ya que cada vez se presentan más casos donde las personas empiezan a manifestar sus afectaciones por medio de frases como “estoy cansado de vivir” o “estoy pensando en suicidarme”.

En el marco de la XIII Semana Grancolombiana nos acompañó el psicoanalista y docente David Santiago Tamayo, quien expuso sobre cómo tratar este tema. Lo primero que hay que entender es que los primeros auxilios psicológicos, o PAP, se definen como una herramienta de apoyo pensada en acompañar a aquellas personas que se encuentran en escenarios de crisis y que tienen como objetivo el recuperar el equilibrio emocional.

Los PAP no son algo que compete solo a los psicólogos, sino que cualquier persona se puede capacitar para dar una respuesta primaria ante una situación de este carácter. Cuando alguien se enfrenta a este tipo de situación, es muy común que ocurran interrogantes como: ‘¿Será que esa persona quiere o quiso llamar la atención?’ o ‘¿Será que si yo le presto atención a esta persona puedo hacer que esa intención de suicidio se vuelva efectiva?’

Es importante aclarar que esta idea de quitarse la vida suele obedecer a un momento de crisis que va relacionada a algún tipo de evento, enfermedad o dificultad por la cual se esté atravesando.

Hay una cuestión que es esencial para tener en cuenta y es que generalmente la persona que tiene la idea de acabar con su vida tiene la sensación de que la situación por la cual está atravesando ‘no va a terminar nunca’ o que ‘de esa situación no va a poder salir’, y la manera más fácil que encuentra para terminar con ese dolor es quitándose la vida. Esto se debe a que hay una característica principal de las emociones cuando el ser humano se siente invadido por un sentimiento y cree que este no tiene solución.

Una forma de intervención para ayudar a la persona que padezca de estos pensamientos es preguntarle ¿cómo era usted antes de esto?, ¿ha enfrentado otras crisis similares? y ¿cómo las ha resuelto? Todo esto con el fin de que la persona reflexione sobre este episodio y así darle a entender que esta situación tuvo un inicio y seguramente tendrá un final.

Como la persona se siente superada por los hechos y siente que no tiene recursos para poder responder, generalmente lo que va a suceder es que no haga nada para poder resolverla y busque evadir la realidad por la cual atraviesa mediante acciones como el llanto y los gritos.

Una acción fundamental para ayudar es estar activos a la hora de brindarle a la persona las herramientas y las alternativas necesarias para solucionar esta crisis. Mediante acciones claras se podrá maniobrar el problema para que la persona sienta que lo puede resolver.

Ahora bien, puede pasar que cuando la persona pida ayuda para hablar sobre su decisión de que acabar con su vida durante una conversación, esto genere una situación de pánico donde se decide cambiar de tema y esto no le permita hablar para que así ‘se le olvide’ este impulso. Esta no es la solución, hay que tener en cuenta que algo esencial es permitir que el individuo hable y diga los que siente para permitirle que haga catarsis, ya que al hacerlo se sentirá un poco más tranquilo y bajará esa presión de querer cometer el acto.

Es importante recalcar que el principio base de los primeros auxilios psicológicos es brindar una ayuda inmediata por parte de cualquier persona que esté formada en este campo, sin necesidad de ser un especialista en salud mental para ‘ganar tiempo’. El responsable de brindar los PAP no diagnostica ni trata nada, solo se encargará de escuchar a la persona y llevar el tema con celeridad a los familiares o ante algún especialista.

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