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I say, You say - Mayo 2016

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I say, You say - Mayo 2016

Living the Disney dream

No hay nada más frustrante que despertar de un sueño que se disfruta intensamente, de una realidad que está llena de felicidad y magia. De inmediato invade un sentimiento de angustia porque no se quiere olvidar ninguno de los detalles pequeños de esa experiencia, esos que son efímeros pero están llenos de significado. Sin embargo es imposible mantenerlos todos. ¿Qué queda entonces?

La primera fue encontrarme con que Walt Disney World es la familia más grande y diversa que pueda existir.

El Disney International College Program me dejó grandes amigos dispersos en todos los continentes; la madurez, la experiencia y la confianza necesarias para afrontar el mundo laboral después de mi grado; una mente abierta y curiosa que continuará buscando viajar y conocer el mundo; y, lo más importante, el valor para perseguir todos mis sueños.

Cuando apliqué para este programa ni siquiera tenía la certeza de que fuera una buena decisión. Llegué a Orlando, Florida, todavía sin saber que esperar y me llevé grandes sorpresas.

La primera fue encontrarme con que Walt Disney World es la familia más grande y diversa que pueda existir. Tan solo en mi apartamento convivíamos ocho chicos de siete países diferentes y me es imposible recordar la nacionalidad de todas las personas que conocí allí; lo cual no importa porque en el reino de Mickey Mouse no se juzgan las personas por su lugar de origen. De hecho se celebra la diferencia, una filosofía que ha permitido construir una comunidad donde se habla el idioma del respeto, la tolerancia, la solidaridad y el amor, tal y como Walt la soñó.

se convirtieron en mis amigos más cercanos.

Uno de los aspectos que más me impactó de mis compañeros de trabajo fue su compromiso, ese deseo genuino de crear momentos mágicos y hacer realidad las fantasías de los huéspedes sin importar su edad. Ver día a día la pasión que se siente por hacer las cosas bien en Disney me enseñó que sin importar lo pequeño que un trabajo sea éste puede tener un gran impacto. ¿Por qué limitarse a hacer las cosas básicas cuando se puede dar lo mejor de sí mismo?

Otra de las lecciones que aprendí es que aunque muchas veces el esfuerzo no sea reconocido, hay momentos de gratitud inesperada que pueden transformar un día difícil.

En una noche de trabajo vi a una niña en el lounge del hotel. Recuerdo sus ojos llenos de felicidad y como ella contagiaba ese sentimiento por donde pasaba. Decidí traerle un regalo del mismísimo Mickey Mouse. Me acerqué a ella sin entender nada del italiano que balbuceaba y le entregué un peluche de Nemo. Su respuesta fue increíble. La niña no paraba de reírse y de besar a su nuevo amigo. Me iba a despedir y ella me abrazó muy fuerte. Entonces comprendí que tal vez ese muñeco la acompañaría por varios años y sería símbolo de uno de los momentos más felices de su vida, su primera visita a Walt Disney World junto a sus padres.

Algunos de mis compañeros de trabajo y otras de las personas que conocí en Disney se convirtieron en mis amigos más cercanos. Compartí con ellos momentos mágicos como los días en Magic Kingdom, Hollywood Studios, Animal Kingdom, Epcot y Universal Studios, viajes a la playa y las fiestas más intensas que he tenido; pero también pasamos noches en vela hablando del mundo, momentos amargos en hospitales cuando estuvieron enfermos, y soporté sus rabietas así como ellos soportaron las mías. Fue un proceso de abrirse a nuevas personas en el que también conocí aspectos de mí que no esperaba encontrar.

Hoy gracias a mi pasantía en Disney aprendí a no desfallecer aunque el camino sea exigente porque siempre habrá amigos que lo harán llevadero. Descubrí que las fronteras entre países, culturas y modos de vivir son odiosas creaciones del hombre que pueden ser destruidas por valores universales como el respeto y el amor. Ahora sé que las barreras son límites que nos ponemos nosotros mismos y creo plenamente que para hacer realidad todos mis deseos solo necesito trabajar muy duro y contar con un poco de pixie dust.

Autor

Nicolás Ulloa
Estudiante de comunicación social y periodismo

¿Qué es el Disney International College Program?

El Disney International College Program es un programa de pasantías realizado en Walt Disney World Resort (Orlando, Florida). En el programa participan jóvenes mayores de 18 años, provenientes de más de 50 países diferentes, que tienen la oportunidad de trabajar en los parques, hoteles, tiendas y restaurantes ubicados dentro de WDW Resort.

La filosofía del Disney College Program es “Live, learn and earn” (Vive, aprende y gana). Como participante de este programa se puede disfrutar de la vida y los parques de Disney, mientras se es estudiante de East Carolina University y se gana dinero al trabajar para Mickey Mouse.

¿Cómo aplicar?

Para hacer parte de esta experiencia única debes acercarte al Departamento de Movilidad, ubicado en el Bloque I, o enviar un correo electrónico a [email protected] ¡No dejes pasar esta oportunidad!