Grecia es uno de los 19 países que hace parte de la Eurozona y actualmente atraviesa por una crisis financiera, producto de préstamos no respaldados por el incremento de los intereses y la baja productividad, es decir, las inversiones en infraestructura y tecnología que este país realizó, no dieron resultados positivos en su producción y rentabilidad, lo que se vio reflejado cuando llegaron las facturas de los créditos y no se tuvo cómo pagarlas.  

Este fue el tema de discusión en la conferencia: ‘Crisis en Grecia’, que se llevó a cabo en el Auditorio Jaime Michelsen del Politécnico Grancolombiano. Tras esta situación, en la que Grecia tiene un nivel de deuda superior a lo que puede producir, países de la eurozona como Alemania, Francia, Portugal, entre otros, se vieron obligados a ayudarle a con sus ahorros.

Para que Grecia minimice la crisis: “es necesario reducir los salarios en un porcentaje determinado y ajustarlos a la productividad de los griegos. Si ellos producen un 10%, su salario debe ser acorde; así mismo, sus compras y gastos se ajustarían a lo que ganan”, explicó Fabián Garzón, docente de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables del Poli

Finalmente, se pudo conocer que los problemas de Grecia no son sólo económicos y financieros, pues también ha reducido la confianza de los inversionistas, ha hecho que se creen choques a niveles internos entre las diferentes nacionalidades, y ha puesto en peligro las relaciones comerciales con otros países.