Fundadores

Nuestro origen
La Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano inicia labores en el año 1980 como una alternativa educativa de carreras cortas y con rápido acceso al empleo.
Producto de la visión de sus fundadores, doctores Jaime Michelsen Uribe y María Cristina Niño de Michelsen, y con el concurso de importantes empresas de los diferentes sectores productivos del país, tales como:
Almacenar, Artecto, Aseguradora Grancolombiana, Cine Colombia, Computec, Diners Club de Colombia, Editores Grancolombianos, Granahorrar, Granfinanciera, Graninversión, Granvivienda, Grupo Grancolombiano, Inducom, Inversiones Bogotá, La Industria Harinera, Leasing de Colombia, Palmeras de la Costa, Proindustrial, Pronta, Sherwin Williams, Tecimpre y el Banco de Colombia; cuyos representantes en cabeza del doctor Michelsen Uribe promulgaron la siguiente declaración de principios:
Los fundadores del Politécnico Grancolombiano impulsados por su fe en nuestra nación, convencidos de la necesidad de capacitar a nuestros compatriotas para que contribuyamos conjuntamente a mejorar los medios de nuestra vida social y seguros de que la educación enaltece y hace libre al hombre, han creado este centro de educación en el que prevalecerán los principios de la verdad, la igualdad y el respeto a todos los valores propios que nos distinguen, nacidos de las tadiciones de lo colombiano.
Con el reconocimiento de su Personería Jurídica expedida por el Ministerio de Educación Nacional y consignada en la Resolución Nº 19349 del 4 de noviembre de 1980, el Politécnico Grancolombiano inicia labores académicas el 23 de marzo de 1981 como Institución de Educación Superior, en la modalidad de Institución Tecnológica, para los programas de este nivel educativo en: Administración Bancaria, Administración de Costos y Auditoría, Administración de Seguros, Administración Financiera y Administración de Sistemas.
Desde sus orígenes, el POLI ha tenido una vocación formativa, orientada principalmente a la preparación, con carreras pertinentes para el desarrollo de la actividad empresarial. El uso intensivo de tecnologías digitales ha permitido el acceso a miles de estudiantes que tradicionalmente estaban excluidos de la educación superior. Su oferta de formación y su propuesta pedagógica le dan la posibilidad de adaptarse fácilmente a las condiciones particulares de la población que atienden cuanto a sus intereses, su edad y su ubicación geográfica.
En los últimos 35 años, miles de adultos jóvenes se incorporan a la educación superior, permitiendo que lo que hace relativamente poco tiempo era un sueño imposible, se convierta en una posibilidad real para los aspirantes.
