Whatsapp

Usted está aquí

NOTICIA

< Volver

Noticia < Volver

Bogotá - Campus Principal (PG)

¡Vamos a matar el sapo que no te deja trabajar en la oficina!

Juan Pablo Gutiérrez   |    Bogotá - Campus Principal (PG)

Seguro ya hemos escuchado la comparación entre introducir un sapo a una olla con agua y ponerla a hervir e introducir un sapo a una olla con agua hirviendo. En el primer caso, la probabilidad de que el sapo se convierta en caldo es muy alta. Mientras que en el segundo caso el sapo de seguro saldrá brincando porque identifica una amenaza que lo saca de su zona de confort. 
 
Bien, muchas veces nos pasan cosas similares con nuestro día a día. Llevamos mucho tiempo dentro de una olla que está empezando a hervir y no hacemos nada nuevo, nada distinto, evitamos salir corriendo de nuestra zona de confort.
 
¿Qué pasaría si damos un brinco e intentamos algo distinto? Eso parece ser un experimento del que seguro obtendremos más información que nos permitirá decidir sobre cómo actuar a futuro y, después de algunos intentos, obtendremos información suficiente sobre cómo modificar el proceso que administramos y tomar decisiones para actuar; sabiendo que el mayor riesgo es que volvamos al punto donde arrancamos.
 
La pregunta ahora es ¿cómo dar ese gran brinco? ¿cómo salir de la zona de confort? Recuerdo que mientras estudiaba mi pregrado en Ingeniería Industrial, los profesores me enseñaron algunas herramientas para apoyar ese tipo de toma de decisiones. Es complicado hablar de todas ellas en este corto espacio. Sin embargo, creo que lo primero es identificar una oportunidad de mejora. Y para facilitar las cosas, acá la respuesta es sencilla: ¡todo se puede mejorar! Con esa premisa clara, recordemos que hay teorías como la lluvia de ideas, los diagramas de espina de pescado, los estudios de tiempos y movimientos, el pareto y sin fin de herramientas sencillas y muy útiles para evidenciar oportunidades de mejora.
 
Si salir de la zona de confort, dejar la rutina de lado e intentar cosas nuevas vale la pena o no, la respuesta es sencilla: "si esperas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" (A. Einstein). Finalmente ten en cuenta que, cuando experimentas algo nuevo, a veces se gana y otras veces se aprende. Así que no tienes nada que perder.
 
Por último, si te preguntas si es el momento de empezar a experimentar o no, te podrías preguntar también por cuál sería la sensación de probar algo nuevo en un restaurante en el que llevas todo un año o dos pidiendo exactamente el mismo plato. Por esto, para que no nos pase como al sapo, busquemos ideas nuevas después de un receso, vacaciones o cambio de condiciones en el entorno laboral. Cualquier evento de esos puede ser generado de manera autónoma y permite hacer brincar al sapo que te está estorbando.
 
Muchos éxitos, a salir de la rutina y ¡Adiós sapo!
 

08/Feb/2018