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Bogotá - Campus Principal (PG)

"Resolver un problema es como escurrir una toalla mojada"

Juan Pablo Gutiérrez   |    Bogotá - Campus Principal (PG)

Van a cumplirse un par de años desde que dejé mi último trabajo; fue una experiencia increíble y aprendí muchísimo, especialmente del líder que teníamos en la Vicepresidencia a la cual pertenecía. Me encantaba escuchar sus consejos pues, además de motivarnos, siempre eran muy asertivos.

Recuerdo, siempre con agrado, una frase que el líder nos repetía constantemente: “resolver un problema es como escurrir una toalla mojada”. Para él todo parecía tan fácil. Lo curioso es que ahora que no estoy allí, para apoyarlo como su colaborador, le sigo dando la razón cada día; todo es tan fácil y quien elige complicarse es cada uno.

Después de decirnos que resolver un problema era como escurrir una toalla mojada, nos explicaba a qué se refería; verán, decía, si ustedes toman una toalla y la introducen a un balde con agua la toalla sale completamente mojada. Ese es su problema. Lo lógico es tomar la toalla por donde se encuentra más empapada, empiezan a escurrir por allí y se darán cuenta que con poco esfuerzo le sacarán mucha agua, esos son sus resultados. A medida que el problema se va resolviendo, cada vez habrá que hacer más esfuerzo y obtendrán menos resultados (escurren la toalla con más fuerza y obtienen menos agua).

Llega un punto en el que habrán visto muchos resultados con poco esfuerzo. En ese momento empiezan a necesitar hacer mucho esfuerzo y obtendrán pocos resultados. Es allí cuando vale la pena dejar de desgastarse, pues no se sentirán orgullosos de sus resultados. Y concluía diciendo: “Cuando ese momento llegue, busquen un nuevo problema que les permita sentirse orgullosos de todos los resultados que pueden lograr, no se enganchen ni se desgasten”.

En aquel trabajo no permitían que nos sintiéramos inoficiosos o desmotivados. Siempre teníamos algo interesante que hacer, como sentirnos orgullosos de nosotros y nuestros logros. Sin embargo, es claro que eso no depende de la empresa, depende de nosotros sentirnos orgullosos por nuestros logros.

Ahora que me dedico a la academia encuentro gracia en darme cuenta que eso mismo nos lo han enseñado desde la universidad, y a veces no lo aplicamos. El ejemplo es sencillo, seguro muchos recordarán el tan bien conocido ‘diagrama de pareto’ que nos enfoca en los muchos triviales y pocos vitales (en otras palabras: muchos resultados, poco esfuerzo).

La enseñanza que me dejó aquel trabajo la quiero compartir como una experiencia y motivación para que siempre estén deseosos de ir por más logros, que aprendamos a identificar cuándo vale más la pena salir a buscar una nueva toalla mojada. En palabras de Steve Jobs: "seguid hambrientos, seguid alocados". (https://www.youtube.com/watch?v=HHkJEz_HdTg)

16/Mayo/2018