Podríamos decir que la comunicación interna es, en términos de lo que hoy reclaman las empresas, un eje netamente estratégico que debe reflejar la productividad de su recurso humano en todos sus procesos organizacionales. Esto se logra gracias a que una información compartida a través del medio correcto y en el tiempo oportuno, permite que cada departamento cumpla sus funciones y siga los lineamientos empresariales sin distorsión de los mensajes.

Es importante tener claro que toda organización siempre va a estar acompañada de un factor humano, por eso se hace necesario generar espacios de diálogo y mensajes que, indiscutiblemente, serán fundamentales para el bienestar y la estabilidad de la empresa. 

Contar con una comunicación interna óptima además, es indispensable para generar un buen clima laboral, pues este se encuentra permanentemente amenazado e influenciado por elementos comunicativos que, si no tienen el correcto manejo, terminan por convertirse en “ruido” o mensajes informales nada provechosos para la organización.

La comunicación interna como mediadora ante los cambios

Actualmente, las organizaciones se enfrentan a grandes retos y cambios que involucran sectores económicos, sociales y tecnológicos, por solo nombrar algunos. Estas situaciones externas obligan a las empresas a realizar cambios internos que generan rechazo y resistencia por parte de los trabajadores. 

Allí es cuando aparece una de las grandes virtudes de la comunicación interna, pues a través de un trabajo estratégico, se puede minimizar tal rechazo preparando y sensibilizando al factor humano y evitando así, una interpretación distorsionada de los cambios.

Podríamos decir entonces, que los problemas de una organización se pueden corregir o agravar a través de la comunicación interna.

La tecnología como apoyo de la comunicación interna

Convencionalmente, las empresas tienen instrumentos de comunicación interna como carteleras, boletines y memorandos que, tradicionalmente, se conocen como el vehículo permanente de su información. 

Sin embargo, hoy en día, la tecnología se presenta como vital inductora y generadora de procesos comunicativos al interior de las empresas. Por ejemplo, con el manejo adecuado las plataformas, canales como la intranet y los mailing, terminan siendo mucho más efectivos y agiles para las compañías. 

El equipo detrás de la comunicación interna

Dada la importancia de la comunicación interna en una empresa, se hace indispensable la creación de una figura responsable de emitir e inducir todos los mensajes y comunicados. Tanto así, que las compañías de gran infraestructura, ya cuentan con departamentos y áreas dedicadas exclusivamente a este tipo de procesos.

Las personas que integren este tipo de grupos y manejen dichas estrategias, deben entender y conocer la cultura organizacional de la empresa. De esta forma, se podrá garantizar la implementación de las acciones comunicacionales más acertadas para la compañía, además de la utilización de los canales más efectivos.

Se puede pensar que los mecanismos comunicativos de una empresa tendrán los mismos resultados en otra. Pero esto se debe analizar con detenimiento, pues no todas las compañías tienen las mismas necesidades ni los mismos objetivos. De ahí la importancia de conocer a profundidad la cultura organizacional. 

En conclusión

La comunicación interna de una empresa termina siendo una herramienta clave para brindar de manera estratégica los mayores beneficios a la compañía. Por eso, debe promoverse y revisarse permanentemente, para que cumpla su fin primordial de ayudar, fortalecer y propender la funcionalidad de una institución u organización. 

Todo esto teniendo en cuenta que, además, hay temas esenciales para las organizaciones que se originan desde su propia comunicación interna como lo es la imagen, la identidad y la reputación, que en últimas garantizan su sostenibilidad.