“Para que los docentes conozcan el comportamiento de los adolescentes, es necesario establecer una fuente de información, en la que cada uno esté consciente de las situaciones que ocurren, desde un punto de vista orgánico, y en ese contexto los profesores también sepan qué ocurre en el cerebro de los jóvenes para así establecer un ejercicio de empatía”, afirma Felipe Luengas, docente de psicología del Politécnico Grancolombiano.

Las funciones ejecutivas hacen que las personas sean capaces de medir las consecuencias de sus acciones a corto y largo plazo, y de planear los resultados. También permiten que la gente sea capaz tanto de avaluar sus acciones al momento de llevarlas a cabo, como de hacer los ajustes necesarios en casos en los cuales las acciones no están dando el resultado deseado.

Algunas de estas funciones son: la planeación, que es cuando el adolescente aún no está preparado para asumir una postura, por ejemplo de su vida, pues su componente real orgánico aún no está del todo formado, y por esta razón, no se le puede exigir mucho. El pensamiento divergente, es la capacidad para ver más de una respuesta en una única respuesta; una muestra de ello es la prueba Saber Pro, donde hay muchas opciones que parecen todas ser correctas, pero hay una única respuesta correcta. La flexibilidad se refleja cuando no hay resistencia al cambio. El pensamiento flexible, se va a desarrollar en su totalidad a los 25 años, cuando acaba la última etapa de eliminación de todas estas situaciones.

Los docentes deben buscar la manera de entender lo que ocurre con los adolescentes. Es importante que sepan lo que pasa con los jóvenes, y asumir que hay cosas propias del adolescente, que se pueden mejorar gracias a la empatía.

“Es importante realizar este tipo de ejercicios, porque los docentes, logran entender de una manera más sencilla, el comportamiento de un adolescente, e incluso, animarlos para que se interesen en buscar información y leer acerca de cómo pueden tener una mejor comunicación con sus estudiantes”, agrega Luengas.